miércoles, 23 de mayo de 2012

Avivamiento en Hungría continúa transformando vidas.

 En Hungría el pastor Nemeth Sandor sabe bien lo que es vivir bajo un régimen ateo. En los años ochentas las autoridades comunistas de su país trataron repetidamente de destruir su congregación.
Hoy el pastor Sandor lidera una de las iglesias más grandes y de más rápido crecimiento en Europa.
Empezó como un puñado de personas reunidas en una pequeña casa en Budapest. Era el año 1979.
“Fue muy difícil tener una iglesia subterránea. Estábamos en medio de la dictadura comunista en Hungría. Jóvenes empezaron a llegar a la casa y el Espíritu de Dios se movía en una forma poderosa, y eso alarmaba a las autoridades”, dice Sandor.
En Hungría la religión organizada era prohibida por el gobierno y creyentes como Nemeth Sandor se veían obligados a reunirse en secreto.
“Los cristianos eran considerados infrahumanos, ciudadanos de segunda clase. Muchas veces la policía comunista trató de destruir la casa. Querían derrumbar el edificio. A la iglesia la veían como algo obsoleto, del pasado”, dice Sandor.
30 años después, esa pequeña iglesia subterránea se ha transformado en una congregación llamada “Iglesia fe”. Tiene 50 mil personas y unas 250 células que se reúnen cada domingo por todo el país.
“Nunca me imagine algo así y solo puedo decir que esto es un milagro…”, añade Sandor.
La iglesia esta en las afueras de Budapest. Un domingo común lo caracteriza por el tráfico atestado. La reunión empieza a las diez, pero a las nueve, miles ya hacen fila afuera, esperando que se abran las puertas.
A las 10:30, el auditorio generalmente está lleno y la banda comienza a tocar. Los balcones se llenan incluso el vestíbulo.
La gente viene de aldeas y pueblos lejanos para participar en lo que, según el pastor Nemeth, son vientos de cambio que soplan para esta nación ex comunista.
Sandor sueña con un gran avivamiento. “Quiero que Hungría y las naciones vecinas disfruten de una relación verdadera y genuina con Jesucristo. Quiero que la gente conozca al Dios de la Biblia y que sean cristianos nacidos de nuevo”.

Vidas transformadas
El pastor Nemeth dice que todos los domingos, no falta quien pase adelante para aceptar a Cristo o recibir sanidad.
“Estaba a punto de suicidarme pero Dios me rescató. Encontré un lugar de restauración aquí en Iglesia de Fe”, señala un miembro de la iglesia.
Muchos hablan de lo que Dios había hecho por ellos a través del ministerio del pastor Nemeth. Como la familia Sava por ejemplo.
“Cuando oían el nombre Sava se espantaban. Tenían miedo porque éramos criminales famosos”, dice uno de los hermanos.
Los hermanos Sava antes eran los criminales mas conocidos de Hungría. Hoy, con la ayuda del ministerio en las cárceles, muchos de los Sava se han convertido a Cristo.
“Desde que nos arrepentimos, cuando la gente oye el nombre Sava, ya no se asustan porque hemos cambiado y Dios está haciendo cosas nuevas en nuestras vidas”.
Cualquier domingo se puede encontrar a políticos prominentes, conocidos artistas húngaros, judíos mesiánicos, adinerados corredores de bolsa y gente de todo tipo, adorando juntos.
En 2001, Nemeth comenzó a salir en vivo en la televisión húngara, transmitiendo la reunión dominical a todo el país.
Sandor dice que la imagen del cristianismo ha cambiado. “Y esto está impactando tremendamente a la sociedad. Recibimos tantas cartas positivas de personas que dicen que su concepto del cristianismo ha cambiado desde que empezamos a transmitir las reuniones dominicales”.
Y cuando no está predicando, Nemeth está escribiendo libros. Supervisando un periódico político o dirigiendo, con su esposa, las escuelas y los colegios de la iglesia. Actualmente está preparando planes para una universidad cristiana.
El pastor Sandor habla de un espíritu de cinicismo y desconfianza que hay en todo el país.
“El comunismo destruyó nuestro sistema de valores. Se desarmaron las familias, se destruyeron amistades. La red de espías secretos hacía que la gente no confiara en los demás. Estamos tratando de cambiar todo eso. Queremos que la gente sepa que hay libertad y perdón en el mensaje del Evangelio. Queremos liberar a la gente del pasado”.
Pero el pasado sigue agobiando a la iglesia asegura Sandor. “Pues, donde existe la obra de Dios, hay espías, siempre hay informadores que nos vigilan de lejos. No me lo puedo imaginar de otra forma, sobre todo aquí en esta región. Pero no me importa si están aquí. Solo quiero que no mientan, sino que digan la verdad”.
La iglesia ha sido investigada por el Departamento de Impuestos de Hungría pero no han encontrado ninguna anomalía financiera.
“A Jesús también lo escudriñaban y tenemos que acostumbrarnos a tales investigaciones. Pero nada impedirá que prediquemos el mensaje de Jesucristo”.
Son las cuatro de la tarde, seis horas después de que empezara la reunión y el pastor Nemeth por fin esta terminando su mensaje.
Este domingo, él insta a sus miembros a dedicarse a cambiar el ambiente espiritual de la nación, con la esperanza de que un día el mensaje de Jesucristo se pueda escuchar en todo el país.
“Queremos ver que Hungría salga de su crisis económica y moral. En el futuro queremos ver a cristianos comprometidos asumiendo posiciones de influencia para que puedan ayudar a sus compatriotas y cambiar la sociedad”, concluye Sandor.

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